domingo, 2 de agosto de 2009

trabajo colaborativo

EL TRABAJO COLABORATIVO. CONCEPTUALIZACIÓN
Aunque el aprendizaje colaborativo ha recibido diferentes formas de definirlo (), en líneas generales podríamos considerarlo como una metodología de enseñanza y de realización de la actividad laboral basada en la creencia que el aprendizaje y la actividad laboral se incrementa cuando se desarrollan destrezas cooperativas para aprender y solucionar los problemas y acciones educativas y laborales en las cuales nos vemos inmersos.
El trabajo colaborativo posee una serie de características que lo diferencian del trabajo en grupo y de otras modalidades de organización grupal, como son:
Se encuentra basado en una fuerte relación de interdependencia de los diferentes miembros que lo conforman, de manera que el alcance final de las metas concierna a todos los miembros.
Hay una clara responsabilidad individual de cada miembro del grupo para el alcance de la meta final.
La formación de los grupos en el trabajo colaborativo es heterogénea en habilidad, características de los miembros; en oposición, en el aprendizaje tradicional de grupos éstos son más homogéneos.
Todos los miembros tienen su parte de responsabilidad para la ejecución de las acciones en el grupo.
La responsabilidad de cada miembro del grupo es compartida.
Se persigue el logro de objetivos a través de la realización (individual y conjunta) de tareas.
Existe una interdependencia positiva entre los sujetos.
El trabajo colaborativo exige a los participantes: habilidades comunicativas, relaciones simétricas y recíprocas y deseo de compartir la resolución de tareas.
Lo significativo en el trabajo colaborativo, no es la simple existencia de interacción e intercambio de información entre los miembros del grupo, sino su naturaleza. Y en este sentido, y como llamara la atención Ovejero (1990), en el aprendizaje cooperativo debe de tenerse en cuenta el principio general de intervención, que consiste en que un individuo solamente adquiere sus objetivos si el resto de los participantes adquieren el suyo, no se refiere por tanto al simple sumatorio de intervenciones sino a la interacción conjunta para alcanzar objetivos previamente determinados.
Una síntesis de las características fundamentales del trabajo colaborativo nos la encontramos en un trabajo en prensa de Prendes (2001).

PRINCIPIOS PARA PONER EN FUNCIONAMIENTO ACTIVIDADES DE TRABAJO COLABORATIVO
Uno de los objetivos básicos que perseguimos con la utilización de esta estrategia de formación y actuación laboral es que el intercambio de ideas y actuaciones de los miembros implicados en el proceso nos lleve a la elaboración de nuevas ideas, la realización de nuevas actividades formativas, nuevas propuestas de acción..., y para ello es conveniente seguir una serie de principios generales, como son:
1. La comunicación entre los miembros que participan debe ser frecuente, fluída y rápida.
2. La exposición de las ideas, principios, acciones..., debe de realizarse de forma clara y concisa.
3. No basta con aportar, se debe justificar.
4. Todas las aportaciones deben ser tratadas de forma crítica y constructiva.
5. Todos los miembros deben aportar ideas o argumentaciones.
6. La información debe estar disponible para todos los miembros. No deben existir aportaciones ocultas.
7. Se debe establecer un calendario de duración de las intervenciones y de formación de ideas conjuntas.
8. No sólo se debe llegar a un consenso de acuerdos o desacuerdos, sino consenso de argumentaciones. Los resultados alcanzados no deben ser el producto sumatorio del trabajo en grupo, sino de su negociación y cohesión.
9. Al iniciar las sesiones de trabajo colaborativo en entornos telemáticos se debe dejar claro las herramientas de comunicación que se utilizarán (e-mail, chat, BSCW...) y las funciones para las que se destinarán cada uno.
10. Todos deben conocer las reglas de funcionamiento del grupo.
11. Cada miembro del grupo debe asumir una responsabilidad individual para la realización de la actividad; por tanto, deben ser responsables para el trabajo final.
12. Para que el trabajo colaborativo funcione deben establecerse relaciones socioafectivas positivas entre los participantes. Debe existir relaciones de interdependencia positiva entre los diferentes miembros.
Las ventajas que se le han asignado a esta estrategia son diversas y van desde el aumento del , la mejora de las actividades laborales que impliquen acciones grupales, hasta la mejora de las , sin olvidar el perfeccionamiento de destrezas de comunicación.

ACTITUDES ÉTICAS ANTE EL TRABAJO COLABORATIVO
El trabajo colaborativo exige que todos los participantes respeten una serie de principios y normas éticas, entre los que podemos indicar los siguientes:
1. Avanzar requiere de la iniciativa y del esfuerzo individual.2. Respetar las aportaciones de todos los participantes, y valorarlas en función de su contenido, y no de la persona que la realiza.3. Asumir que el responsable de las decisiones que se adopten es el grupo.4. Dominar estrategias y técnicas de comunicación, intercambio y de aceptación de ideas.5. Potenciar una interdependencia positiva entre todos los miembros del grupo.6. Todos los participantes deben de tener las mismas oportunidades de intervenir.7. Cualquier actitudes de liderazgo debe de hacerse desde una posición democrática.

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